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El próximo año cerraremos el primer cuarto del siglo XXI. Un período marcado por retos y aprendizajes para la sociedad, que nos ha llevado a plantearnos preguntas importantes sobre nuestros estilos de vida, valores y compromiso con los demás. Uno de los mayores retos que hemos tenido en este tiempo como individuos, empresas y sociedad ha sido: navegar la incertidumbre.

 

¿Cómo proyectamos que se comportará la economía global y nacional el próximo año? Exploremos un posible panorama de acuerdo a cifras y datos con los que contamos actualmente en la Guía Bancolombia 2025, la publicación anual que hace nuestra Dirección de Investigaciones Económicas, Sectoriales y de Mercado.

 

Empecemos por destacar un mensaje positivo que resalta el informe: el crecimiento del PIB de Colombia cerrará el 2024 mejor de lo previsto: en un 1.8%. Para el próximo año nuestros especialistas esperan una aceleración en el crecimiento hasta el 2.6%, ligeramente por debajo de la expectativa de crecimiento global: 3.2%, según FocusEconomics.

 

“Esto se soportaría en una recuperación gradual de la producción manufacturera, una extensión de la tendencia positiva reciente de las ventas minoristas y la demanda no regulada de energía, y se apalancaría en la continuación de los recortes de tasas de interés, pero con el desafío del deterioro que creemos prevalecerá en el mercado laboral” (Guía 2025, p. 18).

 

Es importante considerar también para el 2025 el rol que la desinflación tiene en la recuperación económica. Caminamos hacia esta meta tanto en Colombia como globalmente, lo que ha permitido que los bancos centrales de Europa, EE.UU. y otros países de la región mantengan las tasas de interés a la baja. Así se abre el espacio para que el consumo de los hogares crezca más y mejoran las condiciones para que las empresas impulsen nuevos proyectos de inversión. Es fundamental que los esfuerzos se centren en mayores incentivos a la inversión para que nuestra economía no se estanque en el mediano plazo.

 

La economía colombiana presentó un crecimiento mejor del esperado en el primer semestre de 2024, impulsada en buena medida por el sector público y el agro. Ambos crecieron en este periodo un 8% . Sin embargo, ambos sectores esperan una desaceleración por el limitado margen de maniobra fiscal que enfrenta el Gobierno y que ha hecho inevitable un recorte presupuestal. Esto sumado a los desafíos climáticos con los que tiene que lidiar el campo colombiano. Es vital que durante el 2025 otros sectores productivos que generan empleos se sumen a la reactivación económica, como la construcción, la manufactura y el comercio.

 

Revisemos ahora con más detalle cómo se han comportado estos sectores y qué panoramas se abren para 2025.

 

Agro: líder en la economía colombiana

 

A pesar de que este sector fue uno de los líderes en la economía colombiana durante este año, algunos empresarios del agro han expresado inquietudes sobre el crecimiento que se proyecta para el próximo año. Nuestro equipo estima que avanzará un 2.8% para el 2025, y anticipa que los principales retos serán en materia climática.

 

El sector cuenta con oportunidades para crecer en terreno internacional. Colombia tiene una ventaja competitiva gracias a nuestra capacidad de cosechar durante todo el año. En los últimos años ha crecido el interés internacional por productos distintos a los que ya se son insignia, como el café, banano, flores y palma. Hay oportunidades interesantes para otras frutas como los cítricos, los aguacates y las berries.

 

Para lograrlo, es importante garantizar dos aspectos que impulsarían negocios de comercio internacional:

 

1) Costos eficientes en el transporte.

2) Mecanismos de producción y transporte que sean eco-amigables.

 

En medio de esto, las nuevas tecnologías tienen mucho para aportar. La tecnificación del campo es una tarea con la que ya nos hemos empezado a poner al día. En el sector pecuario se encuentran más retos, debido a los efectos que la alta inflación ha tenido sobre el bolsillo de los colombianos. Dos productos destacan en su crecimiento: la carne de cerdo y el huevo. Por otro lado, el sector avícola podría beneficiarse por la reactivación de la industria hotelera y de restaurantes. Descubre un análisis más detallado de este sector en nuestro Panorama de Carnes y Pescado.

 

Comercio: los hogares son un motor en nuestra economía

 

El consumo de los hogares ha ganado terreno dentro del PIB total de Colombia y hoy se posiciona en uno de sus máximos históricos en los últimos 20 años. Al cierre de 2024 nuestro equipo proyecta que representará el 76% del PIB.  En conclusión: el consumo es el motor más importante del crecimiento económico, muy por encima de la inversión, las importaciones, las exportaciones y el gasto público.

 

Esta tendencia se prevé que persistirá en 2025, aunque con algunos sectores más impulsados que otros. El comercio se ha sostenido principalmente en los sectores de alimentos y bebidas no alcohólicas, seguidos por artículos de aseo. No han tenido la misma suerte el sector de vestuario, calzado o tecnología, con caídas cerca del -13%, -5% y -3,2% respectivamente.

 

Para el 2025 nuestros analistas anticipan que el crecimiento siga apalancado por la disminución en la inflación y el gasto para los hogares. En contraste, el deterioro del mercado laboral podría afectarlo. También se estima que las ventas reales crezcan 1,9%, con los alimentos como principal aporte, secundados por: combustibles, repuestos, farmacéuticos y productos de aseo. Aunque no serán prioridad, creemos que el vestuario, los electrodomésticos y los autos también empezarán a recuperarse.

 

Vivienda: se prepara para la reactivación

 

El sector de la construcción es fundamental para la reactivación económica porque es uno de los que más empleos genera. Sin embargo, ha sido uno de los más golpeados en la pospandemia, sobre todo en el subsector de vivienda. Dos factores explican esto: la inestabilidad de los subsidios del Gobierno y las altas tasas de interés para los créditos hipotecarios.

 

El sector se adelantó doce meses a la tendencia proyectada de la baja de las tasas y las redujo de forma significativa a mediados de 2024. Por su parte, el Gobierno también ha hecho lo propio, con nuevos incentivos para la compra de vivienda VIS. Con esto se espera que para el 2025 el crecimiento anual en ventas de vivienda sea de 183.000 unidades, lo que significará un alza del 26%.

 

Otra fuente de crecimiento importante para este sector serán los alquileres de corto plazo, impulsados por plataformas como Airbnb. Este modelo está mejorando de manera importante la rentabilidad de los propietarios, aunque abre una paradoja para el sector de turismo y hotelería tradicional. En suma, para el 2025 se espera que el sector inmobiliario crezca al 2,4%.

 

Turismo: abiertos al extranjero y a las nuevas tecnologías

 

Si bien este sector no es uno de los más importantes en su aporte al PIB, durante el 2025 será crucial para mantener el mercado laboral a flote. El turismo extranjero está concentrado en tres ciudades: Bogotá, Medellín y Cartagena. Lo que contrasta con la disminución en los ingresos por región: Antioquia -6.4% y Cartagena -2%. Mientras que otras regiones crecieron en su ocupación hotelera, principalmente San Andrés y Providencia +6,7% y el Eje Cafetero +5,7%.

 

Para el 2025 se proyecta que el crecimiento del sector alojamiento en el PIB será de 4,5%y que mantendrá la ocupación del 51%. Un factor que pone a pensar en este sector es el bajo porcentaje de la ejecución: 35,4%, por lo que se dejan de hacer inversiones para ser competitivos y atractivos, como mejoras en la infraestructura y en la promoción de destinos nacionales.

 

El 2025 será un año todavía de recuperación para Colombia y el mundo. Tenemos clara la importancia de la articulación de esfuerzos del sector público y privado para mejorar no solo los indicadores económicos, sino sobre todo las oportunidades de millones de colombianos. Naveguemos juntos la incertidumbre hacia una sociedad más sostenible y justa.