Sector de alimentos procesados: retos y actualidad

Actualidad economica y sectorial17-04-2020

La coyuntura del coronavirus le impone un nuevo reto a una industria que viene en crecimiento

En el corto plazo el fenómeno del coronavirus impone un reto transitorio para el sector de alimentos procesados. La gente deberá seguir consumiendo alimentos bajo cualquier situación, pero sería de esperarse que productos de consumo discrecional disminuyan sus ventas dado que se priorizaría la compra de alimentos de la canasta básica, y que alimentos que son consumidos principalmente en establecimientos comerciales se vean bastante afectados dadas las medidas de aislamiento preventivo.

Las cifras preliminares que arroja la analítica del Grupo Bancolombia muestran un crecimiento importante hasta la semana 12 del presente año en la transaccionalidad relacionada con gasto en mercado. Este fenómeno refleja la necesidad de abastecimiento previo al periodo de cuarentena decretado por el Gobierno, pero también muestra la mayor resiliencia de este sector ante situaciones económicas desfavorables.

Hay que resaltar que esta industria consolidó dos años consecutivos con un crecimiento superior al del agregado económico del país. La elaboración de productos alimenticios (sin incluir la elaboración de grasas, aceites, azúcar y panela) creció en términos reales un 4,4% durante 2019. Solo la fabricación de conservas y aliños decreció 2%, las demás agrupaciones estuvieron en terreno positivo.

Dentro de esas agrupaciones se destacan el crecimiento de la elaboración de productos derivados de la molinería (+7%) y la elaboración de carnes y pescados procesados (+6%). El fortalecimiento en el consumo y la migración venezolana fueron algunos de los factores que durante 2019 permitieron una aceleración en la demanda del sector (2,3 pp comparada con el promedio de los últimos tres años).

Por su parte, las exportaciones de este sector colombiano continúan concentradas en más del 80% en el continente americano en productos como confitería, chocolatería, molinería y derivados, panadería, conservas y aliños. En general, el incremento en la tasa de cambio (producto de la caída del precio del petróleo y la incertidumbre por el coronavirus en la economía mundial y nacional) viene favoreciendo las exportaciones a Estados Unidos (crecimiento del 8% en 2019), pero para el caso de Latinoamérica las exportaciones se han desacelerado debido al mal desempeño económico de dicha región.

Las economías latinoamericanas en el agregado solo crecieron un 0,8% durante 2019, y con esto también disminuyó la importación de alimentos procesados colombianos. Previo al coronavirus se esperaba el doble de este crecimiento para dichos países. Por ende, superada la crisis sanitaria las exportaciones a esta región deberían empezar a acelerarse de manera importante.

Asimismo, el sector se enfrenta al reto de suplir las necesidades de un nuevo consumidor más consciente, que busca más practicidad y cuidado de su salud y bienestar. Esto, a su vez, representa una oportunidad para transformar e innovar la industria actual.

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El nuevo consumidor genera una transformación de la industria de alimentos procesados

• El nuevo consumidor valora su tiempo y lo considera un factor determinante para elegir sus hábitos de consumo. En este caso, prefiere alimentos que le demanden menor tiempo para su preparación, lo que representa una oportunidad para los alimentos procesados listos para consumir.
• El consumidor también es más exigente y quiere conocer el contenido nutricional de lo que consume. Algo que la industria ha entendido y de ahí el nuevo modelo de etiquetado de alimentos que presentó el Ministerio de Salud el 26 de febrero.
• Personalización es lo que este consumidor espera en los restaurantes y para lograrlo, los establecimientos de comidas necesitan insumos más diversos y con un mayor grado de procesamiento que les permita innovar con facilidad y rapidez. Previo a la coyuntura del coronavirus se venía observando un marcado crecimiento del gasto de los colombianos en restaurantes y comida rápida, junto con un mayor interés por productos más personalizados.
• El consumidor además busca productos más saludables con menos carbohidratos, grasas trans y saturadas, azúcar y sodio, y una mayor demanda de productos orgánicos, altos en fibra (integrales), proteicos y lácteos, como el yogur griego.
• Los consumidores están cada vez más interesados en alimentos regionales, de alto sabor, aporte nutricional o de temporada. Por esto, es normal que la compra de alimentos que incluyen en sus presentaciones alternativas con quinua, chía o avena sigan creciendo.

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